Haberlos, haylos, como las meigas, y sin duda conoces alguno. Los reconocerás por su alto nivel de pasión y de energía, porque se coordinan con un lenguaje casi propio, como las hormigas o las abejas, por que se reconocen como parte de algo más grande, se defienden y animan.
Estamos acostumbrados a realizar formaciones de todo tipo y jornadas de team building para aprender a funcionar como un equipo. Sin embargo, sabemos dónde está el alto rendimiento. Lo reconocemos a la perfección. Seguro que has formado parte de algún proyecto en el que la diversión y el esfuerzo formaran parte del día a día, en el que aprendieras y enseñaras a partes iguales, en el que te sintieras parte de un objetivo común.
En las experiencias de aprendizaje sobre equipos de alto rendimiento que facilitamos, en ocasiones pido al equipo que pose para una foto. Con vergüenza habitualmente, toman una pose y se obtiene una primera imagen. A continuación les pido que posen como un equipo. De repente la gente se acerca, se hablan para ver cómo se colocan, pactan su posición y suelen aparecer ciertos símbolos como abrazarse, emular a un equipo de futbol, unos abajo y otros arriba, pulgares en alto, etc. Por último les pido que posen como un equipo de alto rendimiento. Muchas veces los participantes no se conocen, pero rápidamente surge un mayor acercamiento, contacto físico, sonrisas, brazos en alto, e incluso gritos o consignas de aliento o celebración. De manera espontánea, orgánica, sin un ejercicio previo sobre la diferencia entre en un grupo y un equipo, las personas sabemos encarnar el rol de miembro de un equipo de alto rendimiento.
Aprendí este ejercicio en una formación sobre Neuroliderazgo de Equipos, y es que el cerebro reconoce que en el alto rendimiento existe una sensación de fluidez y disfrute: se generan dopamina, serotonina y oxitocina, hormonas relacionacionadas con la motivación, el logro, la alegría y el amor, o la fraternidad. Biológicamente, por tanto, reconocemos el alto rendimiento y, prácticamente sin esfuerzo, sabemos generar ese estado.
La herramienta TDA (Team Diagnostic Assesment), mide los niveles de productividad y positividad en el equipo, siendo que el alto rendimiento se produce en la combinación de altos niveles de productividad y altos niveles de positividad.
El alto rendimiento supone:
- Conocer todos los roles de equipo, trabajar en pos de la mejora continua y apoyarse. Los gansos en vuelo son un ejemplo: saben quien va delante y le alientan, se relevan cuando existe cansancio, y volar en conjunto en lugar de en solitario aumenta su rendimiento un 70%.
- Compartir un propósito de equipo. Todos trabajan por un resultado, que es mayor que la suma de las partes. En las organizaciones, con frecuencia nos encontramos con sistemas que premian el desempeño individual por encima del de equipo, y esto dificulta obtener un resultado excepcional.
- Contar con una organización que facilite el trabajo en equipo. Las organizaciones jerárquicas y los procesos burocráticos no facilitan el alto rendimiento. En el ejemplo, a la hora de tomar la segunda imagen, comienzan las conversaciones para organizarse. Trabajar en equipos autoorganizados con alianzas previas, o tener estructuras o procesos que faciliten la conversación, como las metodologías ágiles, son facilitadores para el alto rendimiento.
- Liderazgo de servicio: Los líderes (formales e informales) de los equipos de alto rendimiento, no asumen el papel de experto técnico, dispatcher o jefe paternalista que decide por los miembros del equipo. El líder de un equipo de alto rendimiento confía en la inteligencia colectiva, permite que el equipo se autogestione y se pone al servicio para que el resultado emerja de manera natural, ágil y efectiva.
Si sabemos qué es el alto rendimiento, si biológicamente tardamos menos de un segundo en ponernos en el rol de un miembro de un equipo de alto rendimiento, ¿qué nos separa de ello?
Patrick Lencioni, en su libro Las 5 Disfunciones de un equipo, señala las siguientes causas que dificultan el alto rendimiento de un equipo:
- Falta de Confianza entre los miembros de un equipo
- Temor al Conflicto
- Falta de Compromiso
- Evitación de responsabilidades
- Falta de foco en Resultados
Estas disfunciones están relacionadas, de manera que, si se producen las situadas en la parte inferior de la pirámide, se darán también el resto.
Desde Ynfinit trabajamos el mindset de los equipos para atravesar todas estas barreras al alto rendimiento. Una vez los equipos entienden las creencias que les hacen caer en la disfunción, y que cuentan con todos los recursos para optimizar su trabajo, podemos poner en marcha las claves para superar estas trabas.
A continuación te ofrecemos algunas de estas claves:
- Crea una alianza de equipo: Ofrece al equipo crear el marco y sus propias normas de funcionamiento, para operar en un ambiente de confianza, con opciones y límites que faciliten la apertura y la innovación.
- Enfoca el conflicto como algo productivo: Ningún equipo ni organización avanza sin cuestionarse el status quo. El debate y la innovación son necesarios para el cambio.
- Trabaja el propósito individual y de equipo: El resultado del trabajo en equipo es superior a la suma de las partes. Co-crea un propósito con el que se sientan identificados para generar engagement.
- La comunicación como vehículo para la mejora continua: Un equipo que se comunica y traslada sus inquietudes, iniciativas y dificultades, es un equipo que se apoya y autogestiona para que cada cual contribuya desde su rol.
- Establece OKRs y KPIs y motiva a la acción. Contar con OKR (Objetives & Key Results) claros e indicadores de rendimiento, así como proporcionar un buen feedback y un buen feed-forward (motivar a la acción) son palancas de enfoque en resultados.
Testimonios:
Judit G. – CEO. “Gracias Susana por ayudarnos a ver desde otra posición y conectarnos con el equipo. Como siempre, fue un placer tenerte con nosotr@s”.
Silvia V. Human Resources Training & Development. “Gracias Susana. Hacía tiempo que no iba a una formación que me transmitiese ideas tan claras, fuese tan amena y tocase tan bien la parte emocional de un equipo. Un abrazo”.
Consulta nuestros programas de equipos de alto rendimiento